22.- AZAÑA Y EL PROBLEMA RELIGIOSO DURANTE LA II REPÚBLICA.
1931.
... La premisa de este problema, hoy político, la formulo yo de esta manera:
España ha dejado de ser católica; el problema político consiguientes es organizar el Estado en forma tal que quede adecuado a esta fase nueva e histórica del pueblo español.
Yo no puedo admitir, señores diputados, que a esto se le llame problema religioso.
El auténtico problema religioso no puede exceder de los límites de la conciencia
personal, porque es en la conciencia personal donde se formula y se responde la
pregunta sobre el misterio de nuestro destino. Este es un problema político, de
Constitución del Estado... porque nuestro Estado, a diferencia del Estado antiguo...excluye toda preocupación ultraterrena...Se trata simplemente de organizar el Estado español con sujeción a las premisas que acabo de establecer...
Que siga entregado a las órdenes religiosas el servicio de la enseñanza. Eso jamás. Yo lo siento mucho; pero ésta es la verdadera defensa de la República...
¿Permitiríais vosotros que un catedrático en la universidad explicase la astronomía de Aristóteles y que dijese que el cielo se compone de varias esferas a las cuales están atornilladas las estrellas? ¿Permitiríais que se propagase en la cátedra de la
universidad española la medicina del siglo XVI? No lo permitiríais...
Pues yo digo que, en el orden de las ciencias morales y políticas, la obligación de las órdenes religiosas católicas, en virtud de su dogma, es enseñar todo lo que es
contrario a los principios en los que se funda el Estado moderno.
AZAÑA, M.: Discurso en el Congreso, 13 de octubre de 1931.
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