17. CARTA DEL ENSAYISTA JOSÉ PIJOÁN A JUAN MARAGALL SOBRE LA
SEMANA TRÁGICA. 31 DE JULIO DE 1909.
31 de julio de 1909.
Estimado don Juan.
[…] Se lo explicaré un poco. El lunes comenzó una huelga general a consecuencia del
descontento por lo de Melilla y fue aceptada por todo el mundo. Todo el mundo cerró
y dejó de trabajar a gusto… Al no saber qué hacer el martes para alborotar, al menos
en nuestro barrio, comenzó la diversión de quemar iglesias, y aquella tarde toda
Barcelona estaba en las azoteas mirando los fuegos. Una cosa verdaderamente nueva
y curiosa. Se veía el gran fuego de los escolapios que tapaba medio horizonte; era un
día de fiesta; arriba, en los terrados, la genta bailaba y se pasó el tiempo sin disparar
un tiro… Todos se fueron a casa y allí se han estado muy tranquilos.
El miércoles se empezaron barricadas, al no saber qué hacer y se abrió también
el fuego de los civiles. En el Portal no hubo una verdadera batalla… Fueron llegando
tropas y, conseguidos los barrios del centro, se dirigieron a las afueras. En el Paralelo y
el Poblé no cañonearon a las multitudes que recibían la metralla sin un grito. Si el
martes los lerrouxistas en el Ayuntamiento proclaman la república y se ponen al
frente, las tropas, seducidas por el pueblo, hubieron seguido y ahora todavía
tendríamos el alboroto. Yo lo habría preferido a esta revuelta sangrienta sin una
palabra ni una idea […]
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