miércoles, 16 de mayo de 2012
ADOLFO SUÁREZ EXPLICA LA TRANSICIÓN. 1985.
En la España de 1976 el pueblo español mostraba ansiedad y temor ante el recuerdo
de la Guerra Civil y el tránsito que se avecinaba. Yo era consciente de ese temor, como
también lo era de la nueva conciencia del pueblo español y de la mentalidad de
nuestro Rey.
Era necesaria una acción política audaz y sincera que transformara las estructuras del
régimen anterior, conectando con la realidad española, sin violencia, sin traumas, sin
vacíos de poder. Y había que hacerlo desde la legalidad vigente, y con serenidad y
rapidez, para evitar las reacciones de los sectores más continuistas que detentaban
enormes parcelas de poder.
Aquel cambio político desde un sistema autoritario a un sistema democrático, sin
traumas, elegido libre y auténticamente, era algo sobre lo que no existían
precedentes...
Lo cierto es que constituimos un precedente y la inmensa mayoría del pueblo español
ratificó nuestro proyecto político, alcanzando el Estado democrático que hoy
disfrutamos sin ajustes de cuentas y sin traumas...
La transición política fue el resultado de un diálogo entre el Gobierno y la Oposición...
Fue un proceso difícil en el hubo que ir eliminando, por ambas partes, recelos e
incomprensiones acumuladas o heredadas, pero al final se llegó a la convicción de que
el proyecto del Gobierno era el mejor entre todos los posibles. Entre otras razones
porque no se planteó con seriedad y validez política ningún otro...
Había que utilizar los poderes que la Leyes Fundamentales —entonces vigentes—
atribuían al Rey para, renunciando a ellos, establecer una Monarquía parlamentaria y
moderna. Bajo la Corona se introdujo como principio legitimador básico el principio
democrático de la soberanía nacional...
Era previsible que las Cortes y el Consejo Nacional del Movimiento reaccionaran de
forma contraria ante un proyecto que implicaba su disolución. Esto es lo que había que
evitar y eso es lo que, por la actuación del entonces presidente de las Cortes, Torcuato Fernández Miranda y de buena parte de los consejeros y procuradores fue posible.
Artículos de Adolfo Suárez publicados en 1985 y 1995.
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