miércoles, 9 de mayo de 2012

PROGRAMA DEL FRENTE POPULAR. 1936. 1.-Clasificación del texto. El texto es una fuente histórica primaria, de naturaleza circunstancial narrativa, pues se trata del programa que presentó el Frente Popular a las elecciones de febrero de 1936, y de carácter político, con matices sociales y económicos (educación y reparto de tierras). Circunstancias espacio-temporales: El texto está fechado el 15 de enero de 1936, tras la convocatoria de elecciones por el presidente de la República, Alcalá Zamora, a principios de enero de ese mismo año. Se enmarca históricamente al final del Bienio Negro o Radical-Cedista (1933- febrero de 1936), durante la Segunda República española. El gobierno de centro-derecha llevó a cabo una política antirreformista, que unida al desprestigio por los escándalos por corrupción (el “estraperlo”) y por la dura represión en Asturias, minan las relaciones entre Lerroux y la CEDA y hacen caer su gobierno. Ante esta situación, Alcalá Zamora disuelve las Cortes y convoca elecciones para el 16 de febrero de 1936. Para poder ganar estas elecciones todos los partidos de izquierdas, más el PNV, acabaron firmando la alianza electoral propuesta por los comunistas y se presentaron unidos bajo la denominación de Frente Popular. Consiguieron ganar las elecciones frente a las derechas desunidas, aunque con poca diferencia. Esto fue una muestra clara de la polarización de la sociedad española, que daría lugar a la caída de la Segunda República y al estallido de la Guerra Civil. El autor del texto es colectivo. Fue redactado por los representantes del bloque de izquierdas, que habían firmado el Pacto del Frente Popular. Es una coalición de la Izquierda Republicana (líder Manuel Azaña) y Unión Republicana (líder Martínez Barrio) con los partidos obreros (Partido Socialista Obrero Español, Partido Comunista de España, Partido Sindicalista, Partido Obrero de Unificación Marxista, Unión General de Trabajadores y Federación Nacional de Juventudes Socialistas). Está coalición significó un intento de renovación de la experiencia republicana del Primer Bienio, aunque su programa presentaba un amplio plan de gobierno más avanzado que el llevado a cabo en 1931. Pero podemos afirmar que fue Azaña quien gestó doctrinalmente este programa. Destino e Intencionalidad: Es un documento de carácter público y de ámbito nacional, ya que va dirigido tanto a los miembros de los partidos y sindicatos que lo han redactado, como a todo el electorado español, con la intención de manifestar la unión de todas las fuerzas de izquierda y dar a conocer algunos de sus acuerdos básicos. 2.-ANÁLISIS O COMENTARIO INTERNO. La idea principal del texto es señalar algunos de los puntos más importantes del programa electoral del Frente Popular. Este programa era un acuerdo entre fuerzas políticas que tenían en común su oposición e incluso su miedo al ascenso del fascismo, pero que tenían muchas discrepancias entre sí, como queda claro en varias ocasiones en el texto: “No aceptan los partidos republicanos el control obrero solicitado por la representación socialista”. Comienza el texto haciendo referencia a “los partidos coaligados”, que han firmado está alianza electoral y que han llegado a una serie de acuerdos. A continuación pasan a exponer algunos de esas propuestas. En primer lugar, amnistía para todos los delitos sociales y políticos cometidos a partir de noviembre de 1933, o lo que es lo mismo amnistía para todos los represaliados tras los sucesos de octubre de 1934. Con ello ponen de manifiesto el rechazo de las fuerzas progresistas a la durísima represión con que fueron castigadas la revolución de Asturias y la declaración nacionalista de Cataluña en octubre de 1934. También se comprometían, en el caso de ganar las elecciones, a readmitir en sus puestos de trabajo a los obreros despedidos o encarcelados, el pago de reparaciones a las familias de las víctimas, la exigencia de responsabilidades a los cuerpos de seguridad y policía, etc. Está amnistía se puede comparar a la concedida en 1934, cuando llegó al poder Lerroux y la CEDA, a Sanjurjo y a todos los implicados en el golpe de Estado de 1932. La idea del restablecimiento del “imperio de la Constitución”, y dentro de ello, del estatuto de Autonomía de Cataluña, representaba una vuelta al espíritu progresista, laico y renovador de 1931, que los partidos conservadores habían ido diluyendo desde que asumieran el gobierno en 1933. Gil Robles presentó un proyecto para reformar la Constitución en sus puntos más conflictivos. Otra demanda de los firmantes del Frente Popular era la reanudación de la reforma agraria iniciada en 1932 e interrumpida al año siguiente. La propuesta de 1936 era bastante más moderada que la de 1932. Por ejemplo, no se aceptó la petición socialista de nacionalización de la tierra, sino medidas tan poco revolucionarias como dar más facilidad a los campesinos para la concesión de créditos, rebajarles la presión fiscal, fomentar la enseñanza agrícola, etc. También están de acuerdo los integrantes del Frente Popular en la necesidad de continuar con los programas de reformas sociales iniciados en el primer bienio de la República. Así acordaron abordar una revisión de la legislación social para mejorar las condiciones de los obreros (fijar salarios mínimos). Y en esta misma línea también propusieron las izquierdas una aceleración de las reformas educativas (creación de escuelas, aumento del número de maestros, establecimiento de colonias escolares), igualmente frenadas por la derecha desde 1933, para hacer posible con ello una auténtica transformación del país. Estas medidas se pueden calificar más como reformistas que como revolucionarias, fruto de un consenso entre formaciones muy diversas. 3.-COMENTARIO EXTERNO. Resumen de toda la Segunda República y más ampliamente el gobierno del Frente Popular. 4.-CONCLUSIÓN. El texto es de carácter subjetivo, ya que expresa el ideario de todas las fuerzas progresistas (republicanos, socialistas, comunistas, obreros, etc.). Los partidos de izquierda veían con temor el avance del fascismo en Europa y por ello, copiando el modelo francés, se presentaron coaligados, teniendo en común su oposición a la derecha. Está alianza fue más que nada coyuntural, se decía que en ella Largo Caballero sería Lenin y Azaña sería Kerenski, porque el 1º buscaba el apoyo de la burguesía para acabar con el enemigo común (el fascismo) y, tras vencer, imponerse y apartar a esos colaboradores circunstanciales (la burguesía). La gran duda en esta alianza la constituía la CNT por su tradicional apoliticismo que defendía el absentismo electoral lo que en muchos casos significaba restar 1 millón de votos a la izquierda. La CNT no se adhirió al Frente Popular, como era previsible, pero recomendó el voto a las candidaturas de izquierda. Azaña fue nombrado Presidente de la República con lo que perdió la mayoría de su poder ejecutivo, como Presidente de Gobierno fue nombrado Casares Quiroga, un hombre de su confianza pero tal vez de los menos adecuados para hacer frente a los problemas que se veían venir. El triunfo de las izquierdas dio paso a una situación cada vez más tensa. Las derechas, cada vez en posiciones más autoritarias, se dedicaron a boicotear todas las medidas reformistas del gobierno y a su vez la izquierda más radical soñaba con unos anhelos revolucionarios que impedían serenar los propósitos reformistas del gobierno. El peligro venía de una derecha cercana la fascismo que no estaba dispuesta a aceptar ni siquiera un programa de mínimas reformas y que estaba preparando un alzamiento militar.

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