martes, 21 de febrero de 2012

DESAMORTIZACIÓN DE MENDIZABAL

1. CLASIFICACIÓN:
El texto es un fragmento del preámbulo y algunos artículos del Real Decreto de Desamortización de los bienes del clero regular de Mendizábal.
Es una fuente primaria, puesto que está escrito en el momento en que sucedió el hecho de que trata, de naturaleza jurídica al ser un Real Decreto que emana de una autoridad y es de obligado cumplimiento y de carácter socio-económico
En cuanto a las circunstancias espacio-temporales, el texto está fechado el 19 de febrero de 1936, se desarrolla por tanto en el inicio de la España Liberal, durante la Regencia de Mª Cristina de Borbón, en la minoría de edad de Isabel II, y en un momento en el que están en el poder los liberales progresistas tras el pronunciamiento de los sargentos de la Granja, que han impuesto a la reina-regente la constitución de 1812. En el norte se está desarrollando la 1ª Guerra Carlista.
Su autor es Juan Álvarez de Mendizábal, destacado liberal progresista que perteneció al grupo de liberales exaltados durante el Trienio Liberal, pasó al exilio durante la Década Ominosa refugiándose en Gran Bretaña. Fue presidente de gobierno y ministro de Hacienda. Pero formalmente este Real Decreto fue firmado por la reina Regente Mª Cristina de Borbón, “en nombre de mi excelsa hija la reina doña Isabel II, he venido a decretar lo siguiente”.
Su destino e Intencionalidad es público y de carácter nacional, pues aunque el preámbulo va dirigido a la reina regente Mª Cristina, la ley se destina al pueblo español, y más concretamente a aquellos se serán beneficiarios de este Real Decreto, los futuros compradores: burguesía adinerada y nobleza, con la pretensión de dar a conocer las intenciones de la nueva ley.
2. ANÁLISIS O COMENTARIO INTERNO
La idea principal es exponer las bases de la nueva ley desamortizadora.
La estructura del texto nos permite agrupar las principales ideas del mismo en tres partes.
En primer lugar el texto presenta una justificación o exposición de motivos por los que se va a realizar la desamortización: como disminuir la deuda pública y movilizar los bienes de la Iglesia amortizados que eran improductivos, especialmente los que han pertenecido a las comunidades y corporaciones religiosas extinguidas, que al convertirse en propiedad privada aumentarían la productividad y crearían riqueza, para que esta pudiera estimular la agricultura y el comercio. Nos explica también el procedimiento: las tierras serán expropiadas, declaradas "bienes nacionales", para poder venderlas después en pública subasta y sanear la Hacienda Pública, fuertemente endeudada, (desde el reinado de Carlos IV la deuda pública había ido creciendo a causa de la Guerra de la Independencia y la nefasta política económica de Fernando VII y era inmensa en estos momentos debido a la Guerra Carlista), cumpliéndose así el objetivo económico de la ley.
A continuación, el texto indica en el artículo 1, que bienes van a ser vendidos. Todos los bienes inmuebles de la Iglesia, especialmente “los bienes raíces” (tierras, casas, monasterios, conventos..) que hubiesen correspondido a las comunidades y corporaciones religiosas extinguidas (Clero regular, salvo las órdenes consagradas a la enseñanza o al cuidado de los enfermos) y que han pasado a ser propiedad de la nación.
Y por último, en el artículo 2, se señala la protección del Estado de determinados bienes, que quedan exceptuados de esta medida, por su importancia artística o histórica y que pasarán al servicio público. Aún así, el deterioro o pérdida total de parte del Patrimonio artístico español fue una de las consecuencias graves de está desamortización.
3. COMENTARIO EXTERNO
En el Antiguo Régimen, una gran parte de las tierras era de "manos muertas", es decir, vinculadas a órdenes religiosas, monasterios o a municipios y que, además de no tributar, no podían ser vendidas, lo que las situaba fuera del mercado y, por ello, no se mejoraban ni capitalizaban. Si se quería promover la reforma agraria, era necesario que pasaran a ser bienes de propiedad privada, para que sus nuevos propietarios mejoraran las técnicas y el rendimiento de la tierra, mejoraran la producción, pagaran impuestos, y todo aumentara la riqueza de la nación.
Antecedentes: Carlos III, Godoy, Cortes de Cádiz y Trienio Liberal. Causas de la desamortización de Mendizábal. Objetivos de la desamortización, procedimientos y consecuencias. Incluir también la desamortización de Pascual Madoz.

CONCLUSIÓN:
Es un texto subjetivo, que expone las ideas de sus autores. El texto tiene un gran valor como parte del ideario del liberalismo más radical que tiene como finalidad desvincular la propiedad de los grupos que apoyaban tradicionalmente al Antiguo Régimen y ponerla a disposición del mercado libre donde la burguesía pueda acceder a su posesión.
En España las desamortizaciones se produjeron de manera discontinua, como ya hemos citado en el comentario externo.
La desamortización de Mendizábal decepcionó a quienes confiaban en que serviría para realizar un reparto de las tierras expropiadas entre los campesinos, iniciando así un proceso de reforma agraria. Pero el Estado dio a los compradores pocas facilidades de pago y se decidió por adjudicar cada puja al mejor postor, que casi siempre era un aristócrata o un empresario burgués. El objetivo principal del gobierno progresista está claro que no era la puesta en marcha de una reforma agraria, sino aumentar los ingresos del Estado, de este modo las tierras desamortizadas cambiaron de dueño pero no contribuyeron a un cambio de la estructura de la propiedad, que continuó siendo la asignatura pendiente del campo español.
Aún así, la desamortización fue un hecho fundamental en el proceso de la revolución burguesa. No resolvió el problema de la deuda, pero sí contribuyó a atenuarlo y se pusieron a tributar una enorme cantidad de propiedades que hasta entonces habían permanecido exentas, aumentando así los ingresos de la Hacienda y aportando el capital necesario para vencer a los carlistas .
Se estima que el volumen total de tierra que cambió de manos alcanzó el 50% de la tierra cultivable. La desamortización trajo consigo una expansión de la superficie cultivada y una agricultura más productiva y en algunas zonas se produjeron procesos de inversiones, mejora y especialización en los cultivos (en Levante explotaciones hortofrutícolas, y en Andalucía se extendió el olivar y la vid, en gran parte con destino al mercado exterior).

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