jueves, 1 de marzo de 2012

AMADEO I RENUNCIA A LA CORONA DE ESPAÑA

I. CLASIFICACIÓN: Se trata de una fuente primaria, de naturaleza circunstancial-narrativo o histórico circunstancial. Su carácter es político y también se puede considerar jurídico, puesto que se trata de la renuncia al trono de Amadeo de Saboya y de la anulación legal de los derechos que suponía dicho cargo sobre sus hijos y demás descendientes.
Circunstancias espacio-temporales: El texto fue redactado el 11 de febrero de 1873, en los momentos finales del reinado de Amadeo I. Estamos dentro del Sexenio Democrático, periodo de intensos y rápidos cambios que abarca el periodo comprendido de septiembre de 1868, momento en que se destrona a Isabel II y finales de diciembre de 1874 cuando el general Martínez Campos se pronuncia en Sagunto a favor de la monarquía del hijo de esta reina destronada: Alfonso XII.
Autor: Amadeo I de Saboya, rey de España (1871/1873), segundo hijo del rey Victor Manuel II, artífice de la unificación de Italia. Fue el candidato defendido en las Cortes por el general Prim, cuya muerte le dejará sin su principal apoyo político, ya que era la persona que mejor reunía las condiciones exigidas para ser rey de España: no ser de la dinastía borbónica, ser católico, liberal y no suponer una amenaza para la política exterior de España en Europa.
Destino e Intencionalidad: Va dirigida la renuncia a los diputados del Congreso, pero también se dirige a la Nación, al pueblo español, con la intención de hacer pública su abdicación al trono en su nombre y en el de sus descendientes.

2. ANÁLISIS O COMENTARIO INTERNO
La idea principal es la comunicación por parte de Amadeo I de su intención de renunciar al trono, exponiendo las causas o razones que le han llevado a hacerlo.
Empieza el rey haciendo alusión a su nombramiento democrático algo que no había ocurrido jamás en la historia de España. Tras el derrocamiento de Isabel II en la “Gloriosa Revolución” de 1868, llevada a cabo por progresistas, unionistas y demócratas, las Cortes del Gobierno Provisional, elegidas por sufragio universal masculino, elaboran la Constitución más democrática hasta este momento de la Historia de España. En ella se opta nuevamente por la opción monárquica, pero no siguiendo la línea dinástica borbónica, sino de una manera “democrática”, eligiendo rey entre los distintos candidatos europeos. De esta manera Amadeo I se convierte en un rey elegido por los representantes del pueblo y no por “voluntad divina”.
El nuevo rey, a pesar de no carecer de dotes personales, tuvo que hacer frente a graves problemas internos y a una fuerte oposición, lo que denuncia en el texto, reconociendo que los dos años de su reinado se han caracterizado por un cúmulo de problemas políticos: guerra en Cuba, levantamientos republicanos y carlistas (que trataron de presentar a su candidato, Carlos María de Borbón, que daba inicio a la III Guerra Carlista ), oposición de los partidarios del hijo de Isabel II (los moderados apoyaron la opción Alfonsina encabezada por Cánovas del Castillo), e incluso el propio rey sufrió un atentado.
Continua el rey exponiendo las causas que le llevan a abdicar, alegando que sus principales enemigos no están en el extranjero, sino que están entre los mismos españoles, y pertenecen a todas las clases sociales: la nobleza, que veía en él a un advenedizo (convencida de que su posición política, económica y social quedaría tocada con el régimen democrático), oposición de la burguesía industrial (temerosa ante una política económica poco protectora), el clero, muy alejado de posiciones liberales, que no era favorable a que se sentara en el trono español un miembro de la dinastía italiana que había arrebatado al Papa su poder temporal, e incluso el pueblo que veían en él a un rey extranjero. Se queja el monarca también de la falta de apoyo entre los grupos políticos, divididos entre líderes con una gran ambición de poder (división de los progresistas, tras la muerte de Prim).
Una vez explicadas las razones que le llevan a abdicar nos habla de su ánimo para encarar las dificultades, y efectivamente la historiografía ha considerado a Amadeo como un rey con un claro sentido democrático, quizá el ideal para ocupar el trono tras la Revolución "Gloriosa" de 1868. Su carácter democrático queda expresado en el texto.

3. COMENTARIO EXTERNO:
Comenzar con los hechos que dieron pié a la revolución de Septiembre del 68 (corrupción del final del reinado de Isabel II, Pacto de Ostende), Gobierno Provisional, Constitución de 1869, Reinado de Amadeo I y 1ª República.

4. CONCLUSIÓN-VALORACIÓN
Se trata de un texto subjetivo, fruto de la decisión personal del rey que se marchó decepcionado por no poder realizar el cometido para el que fue elegido por las Cortes. Está escrito con un tono de melancolía, tristeza e impotencia ante las circunstancias y problemas a los que tuvo que hacer frente y que le llevaron a renunciar, pese a que Amadeo se esforzó y no carecía de condiciones para haber ayudado a modernizar las estructuras políticas de España, pero fuertes intereses hicieron imposible esta labor: la debilidad del liberalismo español por su división interna en varias facciones enfrentadas entre sí y la debilidad de la institución monárquica, muy tocada en su credibilidad después de los problemas surgidos por la actuación de Isabel II.
El carácter democrático y la coherencia liberal de Amadeo se reflejan de forma muy clara en el texto, pues al comprender que no cuenta con el apoyo de las Cortes, órgano que representa la soberanía nacional, no está legitimado para seguir ocupando el trono y abdica.
El Sexenio Revolucionario es una etapa convulsa, en la que en un tiempo record se ensayan todas
las formas políticas: se elige un rey “democráticamente”, se abandona la tradición monárquica (I
República), los intelectuales llegan al poder poniendo fin a la constante de los pronunciamientos y por 1ª vez se implanta el sufragio universal en España. Pero durante los seis años de su existencia se agudizó la inestabilidad política, aumentaron los conflictos sociales y los proyectos democráticos terminaron en fracaso, dando una imagen muy negativa del Sexenio: guerras continuas, caos económico, desórdenes, gobernantes débiles e incluso serias amenazas de la unidad de España a causa de la insurrección cantonal. En consecuencia los sectores conservadores adinerados y la mayoría del pueblo español sólo deseaban tranquilidad, paz y orden y acabaron identificando estos valores con la vuelta al trono de los Borbones, aunque ello supusiera reemplazar el modelo democrático por un sistema político liberal y parlamentario estable, pero basado en el fraude y el caciquismo.

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